Dios no es el causante del sufrimiento
Cristo vino a traernos libertad de la condenación del pecado y de la muerte. A través de su sacrificio, recibimos el regalo del perdón y la bendición de una vida renovada. En Romanos 8:1-2 se nos dice: «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a …